REGLA # 1: NO AMOR

M lo tenía curvo hacia mi izquierda. A L no le gustaba la luz así que algo no querría mostrar. R lo tenía muy grande y demasiado sensible. A tenía el más rojo y duro que he visto en mi vida. P tenía el más pequeño que incluso se salía. El de F era de tamaño normal, depronto un poco más grande y diámetro generoso pero no demasiado. A F (otro) no lo recuerdo muy bien. J tenía un buen tamaño y una peca. C lo tenía pequeño. No tanto como P. El de E tenía forma de hongo, no muy largo. D tenía 2 lunares cerca.

Con M, A, F, F, J, E y D, la historia ha sido similar: estúpida y efímera. Una atracción física pero aún más, intelectual (o al menos eso me gustaba pensar) y el chico en cuestion sin ni siquiera inmutarse, me tenía en sus brazos. Yo remataba con actos o palabras despectivas o chistes negros, incomprensibles y duros. El fin. Él había tenido otra relación furtiva y fácil y yo me quedaba esperando por más conversaciones, más palabras y por supuesto, más sexo.

En este año he decidido ponerle fin al asunto. Este es mi nuevo pensamiento para el 2010: No quiero sufrir por el irremediable latigazo del desamor, esa cosa maluca y dolorosa en el estómago con un fastidio enfermo por uno mismo, por el género y la humanidad entera. En mi caso de absoluta torpeza, en el que las relaciones han sido una sucesión de encuentros tropezados, palabras dichas a destiempo y rápida entrega sexual cuya intensidad y sensualidad no alcanzan a superar y por consiguiente mitigar el dolor que menciono, no valen la pena el amor, el gusto o la atracción por alguien.

Supongo que es obvio mi despecho y que como cualquiera mi opinión es susceptible de cambio, pero hoy me gustaría ser neo-humano como el Daniel 24 de Houellebecq para no sentir esos bajos sentimientos de mis antepasados nunca más y tener siempre a Fox a mi lado.