martes, 10 de mayo de 2011

Incendios e inundaciones en Medellín

Atentado eléctrico irrumpe en una tarde de calor en las afueras de Medellín. Se produjo un incendio importante en el cuerpo de la víctima que fue atendido inmediatamente por transeunte que recorría el lugar por casualidad. Atendió al llamado pero en realidad fue quien perpetuó los hechos sucedidos ese día bajo el sonido aletargado del cielo protector. Ella se había quedado dormida, sin apagar algo que había encendido varios días atrás, lo que produjo una chispa imposible de controlar. Para apagar este incendio se necesitaron muchos metros cúbicos de líquidos que el hombre proporcionó a su ya víctima quien murió en repetidas ocasiones por electrochoques desde los pies, por las piernas, al cerebro. En el lugar de los hechos corrieron los líquidos mencionados y la tragedia, que antes era un incendio infernal, se cambió por una de corrientes, ríos e inundaciones. La víctima, casi inconsciente, dió media vuelta e intentó arrastrarse por el piso pero el intruso la tomo por las piernas con fuerza y la tiró hacia él deslizándola con facilidad por el piso encharcado. Ella, medio muerta, no podía resistirse. Nuevamente brotaron profusamente chorros hacia el intruso y por toda la habitación. La escena se repitió en incontables ocasiones hasta que la víctima propició a su agresor una estocada final que le produjo un ataque casi epiléptico.
Así, ambos muertos, flotaron sobre la inundación que habían provocado.
Ella murió incontables veces ese día y ya al caer la noche permanecía en estado alterado de conciencia pues según se esclareció, aunque no se sabe si fue obligada a hacerlo, había consumido sustancias psicotrópicas.

domingo, 27 de marzo de 2011

Amplitud ortiva

Ya llevo más de una semana acá y aún no me adapto. Es posible que la explicación sea que mi cerebro no se ha poroseado lo suficiente y que el estúpido interés monetario no ha carcomido lo poco que queda de mi integridad. Supongo que cuando esto pase, me sentiré como en casa. Como en la típica casa medellinense a la que llegas después de 11 horas de trabajo porque eres un empleado de confianza, con la bolsita del centro comercial (tu actividad preferida y la única posible), a comer cualquier cosa que facilite el colapso o la explosión de tus intestinos, a ver televisón y caer medio muerto para al otro día levantarte y repetir indefinidamente lo ya expuesto y el acto asqueroso de sonreír y saludar cuando en realidad lo que quisieras es mandar a todo el mundo a la mierda o aún mejor, inmolarte justo ahí en tu cúbiculo supervisado mientras tu jefe te hace una solicitud.

Pensándolo bien, es esto lo que necesito. Subvertir de una vez por todas mis significados de integridad, darse por el culo y demás cuestiones filosóficas. Porque ¿cuáles son mis opciones? ¿De dónde saco la plata para la cerveza, la diversión, el transporte, el estudio, los viajes y un espacio propio?

Revelada contra toda entidad que use descaradamente mis manos y mi tiempo para propagar sus ideas totalitarias de capitalismo tercermundista, sus estrategias masivas de embrutecimiento y su visión obnubilada de la riqueza y del poder, he quedado sin un peso (literalmente) y he vuelto a los años adolescentes de total dependencia económica de mis padres. La situación es desesperante y esta eternidad aquí me ha puesto a pensar en círculos cuyo centro es la frustración, circunferencia una masa informe y contenido la nada, en una cosa, un delirio: la independencia es inviable y si el pensamiento quiere ser libre deberá abstraerse de tales disertaciones.

lunes, 21 de marzo de 2011

Ir y volver

Hola ¿cómo va todo? Espero que bien y que hayas disfrutado muy sexualmente esa luna agigantada del 19 de marzo. Por acá estuvo nublado y no fue posible verla y como parece que también las cabezas están un poco nubladas, no fue posible disfrutarla a cabalidad.

En realidad lo que más me hace falta de Buenos Aires, son las conversaciones. Lo peor que podía pasar era que no nos viéramos en la noche pero yo sabía que aún así al otro día hablaríamos un rato de las cosas de la vida, de las construciones, del errar, de los hogares, de los países, del pensamiento, del hippismo y del amor. Por eso también pienso en Euge y recuerdo con mucho cariño esa deliciosa noche en La boca con Ema y Clem.

Acá me hablan mucho de la escasez de hombres y de trabajo. Temas que me producen una repulsión indecible y que parecen haberse vuelto una constante discursiva entre mis amigas mujeres. Afortunadamente parece que en trabajo están muy bien, pero yo analizo mis opciones y veo un futuro negro de esclavitud capitalista (aunque no quiero ser negativa).

Ayer en la noche me encontré con J. iba con unas amigas. Yo me acerqué rápidamente a saludarla pero me dio la leve impresión que en cualquier momento me iba a saltar un líquido verde o negro de sus ojos y de la boca, así que salí casi que corriendo y ya no nos volvimos a ver. Hablé de ti con un amigo y de lo buena onda que fue cuando nos quedamos solas en la casa. Es que el mood de las personas con quien convives definitivamente te impregna.

Espero que ya hayas encontrado un hogar. Si no, seguro lo vas a encontrar. Y si no, vente para acá y vivimos juntas. (ja yo sé que esto no es opción, pero son mis humildes deseos).

Quiero que Ema y tú estén en esta ciudad conmigo un rato.

El ex-chico de acá anda saliendo con una francesa. Esto, en contra de toda predicción, me produjo cierta tranquilidad. Me parece bueno que viva otras cosas, que aprenda de pensamientos un poco más avanzados o por lo menos de miradas que han viajado por el mundo acumulando experiencias. Definitivamente somos muy distintos y una relación romántica entre los dos ahora me parece antinatural.

¿Cómo va todo con el laburo y tus disertaciones cotidianas? ¿Has sabido algo desde la ciudad luz? Cuentame cositas.

Yo extraño a Ema muchísimo. Necesito la presión intelectual que sentía cuando estábamos juntos. Me daban ganas de hacer cosas que me gustan y las hacía. Él me dice lo mismo y me enloquece porque no hay nada que hacer. Porque no puedo ir, porque no tengo un peso, porque no quiero esos trabajos antropófagos que seguro me va tocar hacer y porque me hace falta ese stronzo al lado para cojer fuerzas y hacer ese proyecto con lo de los mapas psicogeográficos que tanto me da vueltas por la cabeza.

Bueno, un abrazo. Espero que nos veamos pronto. Disfruta la vista, a los hombres, el pensamiento libre, las conversaciones.

Ciao bella.

martes, 25 de enero de 2011

Noche de verano muy caluroso.

Acabo de llegar de una fiesta. Había 10 chicos guapos. Hace mucho que no sentía esto. Acostumbrada a que haya 5 chicos que quieran estar con la misma chica y a que haya 100 chicas mirando al chico que medio desean desesperadamente (supúestamente el más guapo de la noche). 5 chicos me acedian (¿es con s o c?) pero resulta que yo estoy con uno de los chicos más bombones de la noche. Dice palabras que nunca quise haber escuchado. Palabras que ojalá pasaran inadvertidas por ser aquellas que siempre quise oír. Esto intenta ser escritura mecánica. A veces digo que hay que tener cuidado con lo que se piensa. Lo descubrí desde Londres en el 2003. Lo que uno desea se le cumple tan inexorablemente como la fatalidad.

¿Que quería un olor intenso? ¿Que me perturbara hasta la inconciencia? ¿Que quería besos de parque al atardecer? ¿Así me sonara tan cursi como novela de escritora barata? ¿Que quería que me tocaran las tetas hasta el cansanco que nunca llegaría? ¿Que quería algo fácil, sencillo, sin tapujos, sin incomprensiones, sin vacíos, sin complicaciones, sin nudos, sin fundaciones? ¿Si quería un pipí grande, de forma hongo, de grueso impecable?

Oráculo, tu deidad se fumó un porro y un rayo me cayó encima.

domingo, 16 de enero de 2011

Días mujeriles

Yo sabía, es eso. Y no vienen solos. Hoy no estoy triste sino hiperexcitable. Umm.
Qué ánimo tan variable. Debe ser el clima de esta ciudad.

sábado, 15 de enero de 2011

Si los nudos en la garganta pudieran hablar.

Ay, me haces tanta falta. Yo creía que no. Me hace falta hablar contigo pero la verdad no entiendo qué tipo de cariño o amor es el que te tengo o el que te tenía. Se me ocurre que me quedé pegada a un recuerdo distorsionado de una realidad perfecta inexistente. Los días tristes como hoy recuerdo las veces que nos reíamos, las celebraciones del mundial, cómo dormíamos de rico juntos, las largas conversaciones que no he vuelto a tener con nadie, las fumadas tranquilas. Se me olvidan los desplantes, la incomprensión, el maltrato intelectual que a veces sentía, las rabias, los celos que me daban. No ha sido fácil asimilar que lo que teníamos no era nada. Fueron 4 largos años interrumpidos de lo mismo. De estar ahí y de no estarlo. No se me ocurre peor inversión del tiempo que esa. ¿Entonces por qué hoy estoy pensando tanto en ti?. Quisiera un abrazo de horas, muy fuerte, un porrito y una hablada; pero no tengo ni lo uno ni lo otro.
Y creo que lo que sí tengo es uno de esos días mujeriles.

lunes, 10 de enero de 2011

Hombre, man, homme

Los hombres son mi debilidad aunque me encantaría ser menos selectiva, pero sobretodo que en tan escrupolosa selección, no eligiera a los más locos y tostados. De entrada miro los brazos. Si las venas están brotadas, ganan puntos. Si cuando hacen un movimiento fino los musculos se dibujan con las sombras, ganan puntos. Si tienen el pelo más cortico que el mío, si sonríen con los ojos, si las uñas están limpias y cortas... Después viene el scan. Pelo, camiseta (imagina uno el interior), pantalones (imagina uno el interior) y finalmente zapatos. Que no sean de cuero cafe o negro brillante, por favor. Y que tengan cordones. Soy muy superficial. A material girl in a material world.

Aprobado el scan, sigue la prueba linguística. Me gusta el factor sorpresa y el atrevimiento simplemente me excita. Me gustan buenos conversadores y que tengan una pasión que salte a relucir desde el primer momento. Que me hablen de viajes y de libros, hace mi mente volar y si estudiaron algo como antropolgía, historia o literatura, se me eriza todo, todo (me funciona como 4 tragos de aguardiente “el abrepatas universal”). _¿Es raro esto? ¿no tienes tú una carrera fetiche?

Me gusta que lean, que sepan usar las palabras (depronto esa es mi perdición). Me gusta la honestidad. Por favorrrrrrr que no me hablen de plata, de la otra gente, de problemas ni de trabajos aburridos de 8 horas en cubículos del futuro del pasado, ni de exnovias y menos de novias. Me gustar descubrir que hablan otros idiomas y que tienen toda la disposición de enseñarme alguno (equivalente a 5 tragos de aguardiente). Y así, para no alargar más esto, poco a poco se va llegando a lo que ya en principio se quería.