lunes, 21 de marzo de 2011

Ir y volver

Hola ¿cómo va todo? Espero que bien y que hayas disfrutado muy sexualmente esa luna agigantada del 19 de marzo. Por acá estuvo nublado y no fue posible verla y como parece que también las cabezas están un poco nubladas, no fue posible disfrutarla a cabalidad.

En realidad lo que más me hace falta de Buenos Aires, son las conversaciones. Lo peor que podía pasar era que no nos viéramos en la noche pero yo sabía que aún así al otro día hablaríamos un rato de las cosas de la vida, de las construciones, del errar, de los hogares, de los países, del pensamiento, del hippismo y del amor. Por eso también pienso en Euge y recuerdo con mucho cariño esa deliciosa noche en La boca con Ema y Clem.

Acá me hablan mucho de la escasez de hombres y de trabajo. Temas que me producen una repulsión indecible y que parecen haberse vuelto una constante discursiva entre mis amigas mujeres. Afortunadamente parece que en trabajo están muy bien, pero yo analizo mis opciones y veo un futuro negro de esclavitud capitalista (aunque no quiero ser negativa).

Ayer en la noche me encontré con J. iba con unas amigas. Yo me acerqué rápidamente a saludarla pero me dio la leve impresión que en cualquier momento me iba a saltar un líquido verde o negro de sus ojos y de la boca, así que salí casi que corriendo y ya no nos volvimos a ver. Hablé de ti con un amigo y de lo buena onda que fue cuando nos quedamos solas en la casa. Es que el mood de las personas con quien convives definitivamente te impregna.

Espero que ya hayas encontrado un hogar. Si no, seguro lo vas a encontrar. Y si no, vente para acá y vivimos juntas. (ja yo sé que esto no es opción, pero son mis humildes deseos).

Quiero que Ema y tú estén en esta ciudad conmigo un rato.

El ex-chico de acá anda saliendo con una francesa. Esto, en contra de toda predicción, me produjo cierta tranquilidad. Me parece bueno que viva otras cosas, que aprenda de pensamientos un poco más avanzados o por lo menos de miradas que han viajado por el mundo acumulando experiencias. Definitivamente somos muy distintos y una relación romántica entre los dos ahora me parece antinatural.

¿Cómo va todo con el laburo y tus disertaciones cotidianas? ¿Has sabido algo desde la ciudad luz? Cuentame cositas.

Yo extraño a Ema muchísimo. Necesito la presión intelectual que sentía cuando estábamos juntos. Me daban ganas de hacer cosas que me gustan y las hacía. Él me dice lo mismo y me enloquece porque no hay nada que hacer. Porque no puedo ir, porque no tengo un peso, porque no quiero esos trabajos antropófagos que seguro me va tocar hacer y porque me hace falta ese stronzo al lado para cojer fuerzas y hacer ese proyecto con lo de los mapas psicogeográficos que tanto me da vueltas por la cabeza.

Bueno, un abrazo. Espero que nos veamos pronto. Disfruta la vista, a los hombres, el pensamiento libre, las conversaciones.

Ciao bella.

2 comentarios:

  1. VOLVER Y (RE)VOLVER

    Liberarse de prejuicios profundamente infundados por nuestra sociedad tradicionalista es complejo; donde consciente o inconscientemente (espero) nos enseñan a tener y no a ser, donde el lema de vida es "Tengo luego existo". Sin embargo, creo que la batalla no está aún perdida, y los deseos de libertad a la hora de amar, de vivir, de pensar, de sentir no pueden ser menos.

    Viajar, implica renunciar, encontrar, terminar y porque no,comenzar. El viaje te premia con lindas experiencias que te acercan mas a vos, y a otras nuevas personas (compañeros de viaje), que te hacen mirar en tu interior (y en el de ellos). Por eso, es lindo reconocer que los seres que viajamos, nunca regresamos, volvemos otros ...

    Por otro lado, coincido con Eliana que hay polvos que muchas veces no reemplazan una buena charla, bajo la luz de la luna, así sea corta. (aunque si son ambas cosas, mucho mejor)

    Hasta pronto raggaza

    ResponderEliminar