martes, 17 de noviembre de 2009

Lenguas con lenguas

Salí en televisión el otro. día. En realidad fueron 5 entrevistas diferentes. Algunos programas en vivo, otros pregrabados. En uno se vió mi apoyo incondicional al gobierno de Salazar. Soy apolítica y evadía las preguntas pero qué mierda, me envolvieron. La labor de edición fue increíble. En otro se veían mis ideas malformadas, en otro, mi trabajo, en otros, mi grande sonrisa y las ideas lúcidas, en otros, bla bla bla. Pocos saben quién soy yo. Por pedazos, simplemente.

En todo caso para quede claro, las conversaciones políticas no van conmigo. Me corroe ver la cantidad de estúpideces mediaticas que nos llegan. Mientras tanto el país se está pudriendo por dentro y siguen naciendo niños que se van a morir de hambre. Pero lo único que parece importar es que Semana soltó otro bollo con algún hijo del presidente o cualquier cortina de humo que se le ocurra al tapador obdulianesco oficial del momento.
Empiezo a leer la constitución política de Colombia y me dan ganas de llorar. Está excelentemente redactada pero supongo que -si lo hubiera leído- podría decir que le están haciendo la competencia literaria a Tomas Moro.

-Me interrumpe Black And Gold de Sam shapiro. I love the rhythm-.

En fin, para qué seguir pensando en esto. Que mis amistades sigan hablando de política y de Uribe como comodín. Parece que hablar del tiempo ya pasó de moda y no es muy intelectual. Así que para estar en la moda hay que hablar de la reeleción y ustedes sabrán. Yo solo puedo decir por el momento que no me pareció muy buena Travesuras de la niña mala. Lectura fluida pero me deja con ese cierto sabor a superficial. Como cuando pequeña nos tocabamos lengua con lengua con una amiguita y sabía como a nada.

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